Polvo, gasóleo y acero. La única escuela de grandes tanques del mundo permite en Alemania montarse en carros de combate soviéticos y arrollar coches aplastándolos con las orugas. Junto a especialistas, los turistas pueden subirse a uno de los14 carros de combate rehabilitados, en su mayoría BMP-1 y T-55. El paseo básico de media hora cuesta 145 euros. Esta escuela está enclavada en un rincón rural del este de Alemania a 50 kilómetros de Berlín.
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