Matías era aquél niño al que tanto ilusionaba jugar al fútbol, pero que no lo hacía porque le daba miedo no estar a la altura de los chicos de su clase. Su abuelo le dio una lección para que aprendiera a confiar en sí mismo. Cuando fue al pueblo en las vacaciones de verano le regaló unas botas y le dijo que eran mágicas. Le habían pertenecido a él en su...
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