Las contradicciones de los afectados por la turistificación que recurren al alquiler vacacional cuando se alojan en otra ciudad. Marta vive de alquiler desde 2013 en un amplio piso del casco histórico de Santiago por 600 euros al mes. Hoy podría considerarse un chollo, dada la evolución del corazón pétreo compostelano, enfocado al turismo desde el auge del Camino, lo que ha llevado aparejado un alza de precios. Calcula que por su vivienda se pagarían ahora más de 1.000 eu ros, aunque si se dedicase al alquiler vacacional podría alcanzar lo 1.500
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