El Chelsea quiere enviar a los aficionados racistas en viajes al campo de concentración nazi de Auschwitz en lugar prohibirles aceder al estadio. El dueño del club, Roman Abramovich, quien es judío, está tras la iniciativa, diseñada para combatir el antisemitismo entre los fanáticos. El Chelsea quiere ofrecer a los aficionados la posibilidad de asistir a cursos de educación en el campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial en Polonia, en lugar de que se les prohiba asistir a los partidos del club en la Premier League.
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noticia original (www.theguardian.com)